Aquí yace
Arnaldo Dante Momigliano (1908-1987) profesor de historia antigua en las
universidades de Turín, Londres, Chicago y de la Escuela Normal
Superior de Pisa. Su credo fue el pensamiento libre sin dogma ni odio, pero amó
con cariño filial la tradición judía de sus mayores, y desea que junto a él sean
recordados también aquí sus padres, Riccardo e Ilda Momigliano, que el mes de
noviembre de 1943 en Alemania cayeron asesinados por la sinrazón del odio
racial
Este es el epitafio que el gran
sabio italiano redactó para sí mismo, contiene todo aquello por lo que quería
que fuera recordado: historiador, judío, italiano pero de vocación universal,
amante de la paz y la libertad. Sin duda uno de los historiadores más
relevantes de nuestro tiempo, Arnaldo Dante Momigliano vino al mundo en una
familia burguesa, afincada en el Piamonte, liberal aunque de hondas
convicciones religiosas dentro de la fe judía. Entró en la universidad de Turín
con el fin de estudiar filología clásica e historia, allí recibió la influencia
del idealismo de Croce y Gentile, pero también de Gaetano de Sanctis. No tardó
en tener su propia plaza para enseñar historia de Roma, su carrera comenzó a
brillar con luz propia y con sólo 26 años había publicado ya tres monografías
de importancia sobre la revuelta de los Macabeos, acerca del emperador Claudio y sobre Filipo de
Macedonia. Su carrera pudo haberse visto interrumpida por el agravamiento de la
situación política en la Italia
fascista, hubo de emigrar a Inglaterra en 1939, pero amigos y familiares no
tuvieron tanta suerte, sus propios padres fueron arrestados para ser llevados a
un campo de concentración, donde murieron. En Inglaterra hubo de comenzar una
nueva carrera, en 1947 se hizo profesor para historia antigua en Bristol, y
poco después fue llamado a Londres donde permaneció hasta su retiro en 1975.
La prestigiosa editorial
WBG-Darmstadt ha tenido ahora la feliz iniciativa de publicar en traducción
alemana una modélica edición de tres tomos con una selección de sus Contributi
alla storia degli Studio classici (originariamente publicados en doce
volúmenes) más importantes y representativos. En el primer tomo, Die Alte
Welt, editado por Wilfried Nippel, se recogen los trabajos más importantes
escritos por nuestro autor sobre mundo antiguo. En esta primera recopilación se
advierte continuidad y coherencia con las tres primeras monografías de
Momigliano arriba citadas. El autor se centra en las concepciones
histórico-filosóficas, seguramente por una temprana influencia de Benedetto
Croce que ya era evidente en Italia antes de su exilio y lo continuó siendo
después. Si bien entonces en el Reino Unido era patente el interés por los
enfoques tradicionales de la historia (guerra, política o instituciones),
Arnaldo Momigliano centraba por el contrario su atención en ensayos sobre la
influencia de los contactos orientales con el imperio persa, como en su estudio
sobre el historiador Ctesias, o los contactos culturales entre griegos,
romanos, celtas, judíos y persas, o cómo la cristianización del mundo clásico
influyó sobre la historiografía.
El tomo II, Spätantike und
Spätaufklärung, editado por Anthony Grafton, recoge las contribuciones que
Momigliano realizó sobre Antigüedad Tardía, la cultura del Renacimiento o la Ilustración sin ser
propiamente especialista en estos campos. Principalmente le interesaba la
tradición historiográfica, así como las obras de los historiadores de finales
del XVIII y principios del XIX sobre los cuales había influido tanto un hecho
como el de la revolución francesa, aquí se hace patente su atención por
Montesquieu, Voltaire, Bossuet, Tillemont, Vico y Gibbon. Resulta evidente el
interés del historiador italiano por la historiografía, como ser aprecia
finalmente en el tomo III Die moderne Geschichtsschreibung der Alten Welt,
editado por Glenn W. Most, aborda las aportaciones de Momigliano sobre el
pensamiento histórico desde principios del siglo XIX hasta finales del siglo
XX, abordando cuestiones relativas al romanticismo, Max Weber o Moses
Finley. Estos trabajos son de un valor
excepcional y representan las últimas preocupaciones del autor, pues fueron
escritos después de 1970.
Como historiador, Momigliano
desarrolló una elevada concepción del mundo, ya en sus clases de Turín hablaba
del ideal de paz en el mundo antiguo y pensaba en el problema clásico de la
libertad de la libertad antigua y moderna. En sus escritos más tempranos se
revela como un auténtico maestro en el método histórico y filológico, gran
lector y conocedor de todos los aspectos del mundo antiguo. Al mismo tiempo
desarrolló una concepción según la cual historia e historiografía eran
inseparables desde el punto de vista del conocimiento. Momigliano se impuso una
labor eminentemente interdisciplinar, el campo de estudio que se había trazado
abarcaba el judaísmo antiguo, el mundo clásico, la orientalística, la
arqueología, la filología, la historia. Arnaldo Momigliano nunca se preocupó
por desarrollar una historia de síntesis, o por escribir una monografía, si se
quiere ver cuál es el mensaje de su obra habrá que acudir a los doce tomos de
sus Contributi alla storia degli Studio classici que empezó a publicar
desde 1955, de los cuales la obra que reseñamos ha ofrecido una selección de
los más importantes. La actual tendencia hacia una especialización carente de mayores
perspectivas y un mal entendido espíritu positivista hacen que en ciertos
ámbitos la obra de Momigliano pueda considerarse excesivamente idealista
(cuando no ideológica), culturalista o simplemente diletante, pero todo ello no
hace sino justificar sobradamente las razones por las cuales se ha ofrecido
esta selección de los Contributti a los nuevos lectores e historiadores
del siglo XXI.
Arnaldo Momigliano, Geschichte und
Geschichtsschreibung. Ausgewählte Schriften, 3 volúmenes,
edición a cargo de Glenn W. Most, con la colaboración de Wilfried Nippel y
Anthony Grafton, WBG, Darmstadt 2011, ISBN 978-3-534-24677-9
"Al mismo tiempo desarrolló una concepción según la cual historia e historiografía eran inseparables desde el punto de vista del conocimiento".
ResponderEliminarMe abriste los ojos al conocimiento cuando me mostraste a este historiador. Leí "Páginas hebraicas" y "Ensayos de historiografía antigua y moderna". Hasta ahí puedo leer, porque no he podido continuar. Pero, me gustaría señalar esa frase que has puesto en la entrada y que recuerdo al inicio de mi comentario. Creo que no puedo estar más de acuerdo. Bien conoces mi pasión por la historiografía, y de ahí que dentro de poco comience a leer a Croce (esperando en la estantería está).
Ese detalle, junto con los múltiples campos que Momigliano abarcó durante su labor académica, lo hacen un historiador interesante que, probablemente, cuando me zambulla en Croce, también toque, dada la conexión entre ambos.
Gran entrada :)